La población de Catarina proviene de familias descendientes de los dirianes, grupo de la etnia de los chorotegas que se asentaron en esta región.
Aunque su nombre indígena no está claro, los datos históricos revelan que este pueblo pertenecía a una confederación indígena llamada Namotiva, que en lenguaje náhuatl significa «hermanos o vecinos», junto a sus vecinos San Juan de Oriente, Niquinohomo y Nandasmo.
El nombre de Catarina se debe a la imagen de la Iglesia Parroquial de Santa Catalina de Alejandría, patrona del municipio.
Catarina es un pueblo de gente amable y atenta.
Mientras recorrés las calles a pie o en vehículo, apreciarás los talleres de artesanía en barro, bambú y madera, además de los viveros, una de las principales actividades a las que se dedican las familias del centro.
Turismo religioso
Catarina también ofrece historia y religiosidad a través de su Iglesia Santa Catalina de Alejandría, que es un reflejo de lo viejo de este pueblo, es de estilo tradicional
barroco y guarda en su interior reliquias antiguas de mucho valor religioso como la imagen de Santa Catalina, patrona del municipio.
Otro dato curioso es que las paredes de la iglesia se finalizaron en años distintos y aún conservan la fecha inscrita en los muros. El visitante puede admirar las piezas y estilo de construcción de la iglesia en un ambiente seguro y agradable.