Las creencias religiosas de este pueblo estaban íntimamente relacionadas con el medio natural, la vida cotidiana se hallaba totalmente relacionada con la religión ya que -tanto- la recolección y la siembra tenían un carácter ritual importante al poner en contacto al ser humano con la Madre Tierra. Es por eso que después de la cosecha realizaban rituales y juegos para dar gracias a la Madre Tierra por las buenas cosechas.
Durante estas actividades consumían abundante chicha de maíz, que era parte de sus rituales; tradición arraigada en cada una de las fiestas patronales y tradicionales de nuestros pueblos.
Entre estas tradiciones y manifestaciones culturales tenemos la fiesta patronal en honor a Santa Ana, que se celebra el 26 de julio.
En estas festividades sobresale el tope de toros, las tardes taurinas, la llevada y traída de la Virgen de Santa Ana a la comunidad de La Orilla; donde es velada el 25 de julio, al día siguiente es llevada hasta su histórico templo parroquial en el centro de la ciudad donde se oficia una santa misa llamada “La función de la Virgen”; también la hípica, que es mencionada como una de las mejores del país y por ende de las más concurridas por hípicos y hacendados de la región pacífico, norte y centro de Nicaragua.
Durante los días de fiesta se reparte consumido, elaborado a base de cerdo, que es la comida tradicional local. La música que acompaña a los bailes es de chicheros y sones de marimba.
En el contexto de estas fiestas se presentan las tradiciones de las artes propias del municipio como El Cartel, una especie de comparsas en la que su principal atracción son sus disfraces con los cuales ridiculizan a personajes locales, nacionales y extranjeros.
El Atabal: es propio de Granada. La gente de Nandaime ha hecho suya esta tradición y se presenta para las fiestas patronales de Santa Ana, es una forma de pagar promesa por favores recibidos.
La tradición atabalera de Nandaime se da desde 1905 y su poesía está dedicada a ensalzar a la Virgen María, pero también versifica historias locales pero con mucha sátira sobre los personajes de la ciudad.
También está el baile de Los Diablitos, en el que participan niños y adultos.