Se encuentra en la región centro-norte en el municipio Somoto del departamento Madriz. Tiene una extensión de 170.3 hectáreas. El área protegida fue declarada a través de la Ley 605, publicada en La Gaceta No. 240 el 12 de diciembre de 2006.
El cañón es considerado como uno de los paisajes geológicos más impresionantes de Nicaragua. Es descrito como un espectacular farallón, poseedor de una belleza paisajística y está localizado a unos 15 kilómetros al oeste de la ciudad de Somoto, muy cerca de la frontera con Honduras. La estructura geológica tiene una extensión aproximada de 3 kilómetros de longitud, está conformada por enormes e impresionantes farallones de roca volcánica de entre 80 y 100 metros de altura, y en algunos sitios su “garganta” reduce su ancho por debajo de los diez metros.
Recorrido en lancha
El fondo del cañón es serpenteado por el río Coco, que nace unos cientos de metros río arriba, en la confluencia de los ríos Comalí que baja de Honduras y Tapacalí que recorre gran parte del departamento de Madriz. Cuenta con una alameda y cauces que han nacido de manera natural, dando un aspecto embellecedor. En el Cañón habitan animales como las guardatinajas, venados, garrobos, iguanas, conejos y en el área se encuentran especies de fauna como tortuga mordedora o tortuga lagarto, así como chocoyos, gavilanes, ojoques, garzas, garrobos, mapaches, venados cola blanca, guardatinajas, conejos, mariposas y murciélagos.
Actividades
- Senderismo, recorridos que han sido habilitados por INTUR para disfrutar de las impresionantes vistas y fauna del lugar.
- Paseos a caballo, organizados por los habitantes de la comunidad de los Sonis que son encargados de administrar las actividades turísticas en la zona.
- Recorridos en bote o en neumáticos a través de las pozas.
- Rappel alcanzado alturas desde 8 a 45 metros. La altura la escoge el turista y para los profesionales hay descensos desde 300 a 400 metros.
Visítalo
- Vehículo propio: el acceso al cañón se logra siguiendo la Carretera Panamericana desde Somoto, hasta unos cientos de metros antes del Caserío Valle de Sonís, se sigue un camino pedregoso que cruza el cauce seco y pedregoso del Río Coco, se divide en dos; siguiendo a la izquierda a La Zopilota un sector de producción de hortalizas que aprovechan las aguas del río para estos cultivos. Se sigue río arriba, hasta Namancambre, donde termina el cañón. El acceso es viable para vehículos altos y de doble tracción y durante el verano.
